15 de mayo de 2008

Fue hallado el único busto de Julio César realizado cuando aún vivía

Un equipo de arqueólogos halló un busto de Julio César en Arles (sur de Francia), al parecer el único realizado mientras el dictador romano aún vivía.
El anuncio fue realizado este miércoles por Luc Long, el jefe de las excavaciones, al definir el hallazgo "parte del patrimonio mundial".
Es el único busto conocido de César vivo, aparte de la máscara de Turín (norte de Italia), realizada inmediatamente antes o inmediatamente después de su muerte; también es el más antiguo, declaró Long, jefe de los conservadores del patrimonio del Departamento de Investigaciones Arqueológicas Submarinas (DRASSM), que depende del ministerio de Cultura y tiene sede en Marsella.
Incluso en Roma nunca se encontró un retrato de César vivo, añadió el arqueólogo al precisar que los expertos tienen noticia, hasta el momento, de 20 a 25 retratos de César, si se eliminan los del Renacimiento, y todos son póstumos.

El busto en mármol fue encontrado durante una misión de agosto a octubre de 2007 en la orilla derecha del río Ródano, cerca de Arles, la ciudad que fundó el propio César. Los arqueólogos encontraron sumergidos un centenar de objetos, entre ellos un capitel corintio en mármol, varias columnas y estatuas, entre ellas una de Neptuno del siglo III después de Cristo. Todos ellos se expondrán en septiembre de 2009 en el museo de Arles.

La zona del hallazgo había sido poco investigada. Ahora, las piezas descubiertas hacen creer a los arqueólogos que en ese lugar había edificios públicos muy importantes.
El busto tiene la nariz rota y data presumiblemente de entre el año 49 y el 46 antes de Cristo, cuando César fundó la colonia romana de Arles para agradecer a esta ciudad celta-lígure su ayuda en la conquista de Marsella, permitiéndole construir doce barcos de guerra en sus astilleros.

Es la fisonomía de César; pero esta es una imagen nueva, con toda la veracidad de la época y anterior a las representaciones convencionales de César divinizado, explicó el arqueólogo. Tiene el cuello alargado, las arrugas que marcan su edad -debía de tener unos 50 años- la nuez saliente, la frente alta y ancha y una calvicie bien marcada. Esa calvicie fue la que, según el poeta Suetonio, hizo que César empezase a ponerse una corona de laurel, para taparla.
Todos los retratos conocidos de César fueron identificados gracias a monedas, en las que figuraba su efigie.

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