31 de marzo de 2008

Larga usurpación de Malvinas

Por Felipe Pigna, historiador. En Clarín, 30/03/08.
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En estas épocas de inverosímiles "guerras preventivas", pocos recuerdan que fueron las dos potencias protagónicas del actual desatino mundial las que hace 175 años acordaron la usurpación de nuestras islas Malvinas.
España venía ocupando discontinuamente el archipiélago desde que fue descubierto y bautizado como Islas de San Antonio por hombres de la expedición de Magallanes en 1520. A comienzos de 1811, el virrey Elío, que desobedecía a la Junta revolucionaria de Buenos Aires, ordenó desde Montevideo el abandono de Puerto Soledad en las Islas que ya habían sido bautizadas Malouines por marinos franceses procedentes de Saint Malo en 1708.
El 27 de octubre de 1820, cumpliendo órdenes del ministro de Guerra y Marina, Matías Irigoyen, llegó a Puerto Soledad al mando de la fragata "Heroína" el ex coronel del ejército norteamericano David Jewett, que desde 1815 estaba al servicio de las Provincias Unidas. El marino le escribía orgulloso al gobierno: "Tengo el honor de informar a usted de mi llegada a este puerto, comisionado por el superior gobierno de las Provincias Unidas de la América del Sud, para tomar posesión de estas islas en nombre del país al que pertenecen por la ley natural".
A partir de entonces se estableció una pequeña colonia argentina dedicada a la pesca y a la ganadería ovina. El 10 de junio de 1829, el gobernador delegado Martín Rodríguez creó la Comandancia política y militar de Soledad y designó a su frente al comerciante alemán nacionalizado argentino Luis Vernet. El decreto establecía la continuidad histórica y jurídica de los derechos soberanos. Vernet llevó adelante una activa comandancia: construyó viviendas, levantó un relevamiento topográfico, montó un saladero de pescado y carne y una curtiembre y construyó la goleta Aguila.
La depredación de la zona preocupó al gobierno de Buenos Aires que, en octubre de 1829, prohibió la pesca y captura de ballenas hasta que en 1831 Rosas reemplazó la prohibición por un impuesto a los buques pesqueros. Pero los barcos balleneros pasaban de largo por Puerto Soledad eludiendo el impuesto y depredando a gusto. Harto de esta situación, Vernet se decidió a actuar y apresó a los balleneros norteamericanos Harriet y Superior que sin permiso estaban cargando pieles de foca, mientras que un tercero que desarrollaba las mismas actividades pudo darse a la fuga. Vernet personalmente llevó a la Harriet a Buenos Aires, con su capitán, Gilbert Davison, detenido a bordo.
Los norteamericanos no se iban a quedar tranquilos y el 28 de diciembre de 1831, el capitán Silas Duncan, al mando de la fragata estadounidense Lexington, desembarcó en Puerto Soledad, atacó sus instalaciones, destrozó la artillería, quemó la pólvora, tomó prisioneros a seis oficiales argentinos, arrió la bandera celeste y blanca y declaró a las Islas "libres de todo gobierno". El gobierno de Buenos Aires reaccionó enérgicamente y Rosas le pidió al ministro Manuel Maza que presentara una protesta formal ante Washington. El cónsul Slacum y el encargado de negocios Bayles fueron declarados personas no gratas y expulsados del país. Pero antes de partir, los agentes le "avisaron" al ministro inglés, John Woodbine Parish, que los Estados Unidos sólo pretendían permisos de pesca y que las islas estaban desguarnecidas y muy fáciles de tomar, invitando a los súbditos de Su Graciosa Majestad a invadir las islas.
El jefe de la estación naval británica en América del Sur, con sede en Río de Janeiro, sir Thomas Baker, impartió la orden y el 2 de enero de 1833 se presentó en Malvinas la corbeta inglesa Clío al mando del capitán John James Onslow. El gobernador provisorio Pinedo se negó a arriar el pabellón argentino, pero la fuerza pudo más y debió rendirse y regresar con su gente a Buenos Aires. El 15 de enero el ministro de Relaciones Exteriores de Buenos Aires, Maza, reclamó por el atropello ante el ministro inglés, Philip Gore, pero no hubo de parte de Londres siquiera una flemática respuesta.
Cuando el escocés Mateo Brisbane, un antiguo colaborador de Vernet, llegó a Malvinas el 3 de marzo, decidió ponerse al servicio de los ingleses. Obtuvo la confianza de los invasores y mantuvo como colaboradores a Juan Simón, un francés que trabajaba como capataz desde la época de Vernet, y al despensero de las islas, el irlandés William Dickson. Tanto el francés como el irlandés explotaban y maltrataban a los peones: les prohibieron faenar ganado y pretendieron pagarles sus magros jornales con vales que no eran aceptados en la despensa de Dickson, la única de las islas. La situación se fue tornando desesperante para los peones, que no se quedaron con los brazos cruzados.
El 26 de agosto de 1833 estalló la rebelión. Al frente se puso el gaucho entrerriano Antonio Rivero. En pocas horas terminaron con las vidas de todos los extranjeros y enarbolaron nuevamente la bandera argentina. Así se mantuvieron por cinco meses, mientras esperaban que Buenos Aires enviara una expedición para ayudarlos, la que nunca llegó.
Los que sí llegaron fueron los ingleses. Fue el 7 de enero de 1834. A bordo de la fragata Challenger arribó el teniente Henry Smith para asumir como gobernador británico en las islas. Rivero y sus hombres resistieron dos meses, hasta que fueron capturados el 18 de marzo y enviados a Londres para ser juzgados. Finalmente el tribunal de Su Majestad le encomendó al almirantazgo que los devolviera a Montevideo, adonde llegaron a mediados de 1835. Según José María Rosa, Antonio Rivero murió heroicamente el 20 de noviembre de 1845 enfrentando la flota anglo-francesa en el combate de la Vuelta de Obligado, que pasará a la historia como del día de la soberanía nacional.
Rosas intentó canjear las islas por la cancelación del empréstito contraído por Rivadavia con la casa Baring en 1824, nuestra primera deuda externa. La misión le fue encomendada al embajador argentino en Londres Manuel Moreno, el hermano de Mariano. La idea era impracticable porque si Inglaterra se sentaba siquiera a negociar, estaba reconociendo la soberanía argentina sobre el archipiélago, cosa que no estaba ni está dispuesta a aceptar.
El 25 de julio de 1848 se debatió en el Parlamento británico el presupuesto del Imperio y William Molesworth dijo en su discurso: "Ocurren aquí las miserables Islas Malvinas, donde no se da trigo, donde no crecen árboles. Soy del parecer que esta inútil posesión se devuelva al gobierno de Buenos Aires, que justamente la reclama". La confesión de parte no tuvo repercusiones en el gobierno británico que tenía muy clara la importancia estratégica del archipiélago situado frente al único paso interoceánico existente entonces en América, el estrecho de Magallanes.
Lo que siguió fue la más absoluta intransigencia del Reino Unido a siquiera considerar el tema de la soberanía y una guerra decidida por los más injustos e ineptos comandantes de que tengamos memoria y peleada por heroicos combatientes a los que es de buenos argentinos no olvidar.

26 de marzo de 2008

El traje de baño de la discordia

Con el Speedo LZR Racer, algunos nadadores quebraron en los últimos días distintos récords del mundo. Desde que los atletas ya no compiten descalzos, ni los nadadores desnudos, la tecnología es clave en el deporte. El último ejemplo es el traje Speedo LZR Racer, que está provocando una cascada de récords y una división de la natación en castas.

"Es increíble lo que este traje puede hacer. Es increíble llevarlo en el agua, una se siente muy aerodinámica". Palabras de la australiana Stephanie Rice, que el 22 de marzo en Sydney, vestida con el "traje de los récords", batió la plusmarca de 200 metros combinado, tres días después de rebajar la marca de los 400 en la misma especialidad. Rice mejoró en 2,5 segundos y en casi seis, respectivamente, sus anteriores registros en las dos distancias. Una enormidad. Si no fuera por el traje, haría pensar en el doping.
Un caso similar es el del francés Alain Bernard en los Campeonatos Europeos de Eindhoven, en Holanda. Con el mismo traje, sorprendió -a todo el mundo y a sí mismo- al batir los récords mundiales de 100 y 50 metros libre. Antes del viernes, su mejor marca en los 100 era de 48,12 segundos. En Holanda, hizo 47,60, el viernes, y, al día siguiente, en la final, marcó 47,50.

Un total de 13 récords del mundo se han batido con el Speedo LZR Racer desde que fuera lanzado el pasado 16 de febrero, a la espera de que su más prominente hombre, el norteamericano Michael Phelps, se vista de lujo para los Juegos Olímpicos de Pekín, que comenzarán en agosto.

El traje, generado con tecnología de la NASA, sin costuras y con una menor resistencia al agua, está generando una división entre quienes lo llevan y los que no. Fabricado con paneles entrelazados con costuras termoselladas, el traje tiene un triple efecto: mantiene la posición del cuerpo, reduce el rozamiento con el agua y limita las oscilaciones de los músculos y la piel, lo que favorece el deslizamiento.
La FINA (Federación Internacional de Natación), que aprobó el traje, estudiará el asunto en Manchester, durante el Europeo de pileta corta el mes próximo.
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http://www.speedo80.com/lzr-racer/
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25 de marzo de 2008

Se encendió la llama olímpica

La llama olímpica que alumbrará los Juegos Olímpicos de Beijing fue encendida en una ceremonia en la Antigua Olimpia y emprendió su camino hacia el estadio de la capital china, donde llegará el 8 de agosto.

En el sitio arqueológico de Olimpia, cuna natal de las competencias hace 2800 años, 22 mujeres vestidas en túnicas blancas como sacerdotisas entraron a las ruinas del Templo de Hera al compás de los tambores y se procedió a prender la Antorcha con los rayos del sol y la ayuda de un espejo cóncavo.
La ceremonia se llevó a cabo bajo estrictas medidas de seguridad en medio de la delicada y polémica situación del Tíbet, invadido por China en 1950.

La actriz griega Maria Nafplitou, vestida como suma sacerdotisa, encendió la llama olímpica frente al Templo de Hera y encendió el pebetero que portaba Alexandros Nikolaidis, medallista griego de plata en taekwondo en Atenas. Así, mediante relevos, el fuego recorrerá Grecia durante los siguientes seis días antes de ser entregada a los anfitriones de los Juegos Olímpicos.

China entonces llevará el fuego olímpico a su capital, Beijing, desde donde comenzará su viaje de los cinco siguientes meses por 20 países en los cinco continentes. Está previsto que de Beijing salga una segunda antorcha que cruce Tíbet y suba después a la cima del monte Everest, lo que ha desatado la rabia de los grupos pro tibetanos que lo consideran un insulto a la falta de derechos humanos y libertades en la región. (Ver La lucha de los monjes budistas por la independencia del Tíbet)

La llama olímpica, o fuego olímpico, es uno de los símbolos de los Juegos Olímpicos, y evoca la leyenda de Prometeo, que habría robado el fuego a Zeus para entregarlo a los mortales. Durante la celebración de los Juegos Olímpicos de la antigüedad, en Olimpia, se mantenía encendido un fuego que ardía mientras duraran las competiciones, en homenaje a Zeus.

Los Juegos Olímpicos son unos eventos deportivos multidisciplinarios en que participan atletas de diversas partes del mundo, siendo la competición más grande y prestigiosa de todo el planeta, la cual se realiza cada cuatro años (período que es denominado Olimpíada).
Los Juegos Olímpicos actuales se inspiran los eventos organizados por los antiguos griegos en la ciudad de Olimpia, entre los años 776 adC y el 339 dC. Fueron fiestas religiosas, culturales y deportivas celebradas en honor a los dioses mayores. En ellos participaban los atletas, que debían ser ciudadanos, sólo hombres, y se entrenaban durante años en los gimnasios.
En el siglo XIX, surgió la idea de realizar unos eventos similares a los organizados en la Antigüedad, los que se concretarían principalmente gracias a las gestiones del noble francés Pierre Frèdy, Barón de Coubertin. La primera edición de los llamados Juegos Olímpicos de la Era Moderna se realizó en Atenas, la capital de Grecia.
Desde aquella oportunidad, los Juegos Olímpicos han sido realizados cada cuatro años en diversas partes del planeta, siendo las únicas excepciones las ediciones de 1916, 1940 y 1944, debido al estallido de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
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24 de marzo de 2008

Exultet iam angelica turba caelorum...

Exulten por fin los coros de los ángeles...
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Con estas palabras se inicia el Exultet, llamado también Pregón Pascual; es uno de los más antiguos himnos de la tradición litúrgica católica romana. Se canta la noche de Pascua en la Solemnidad de la Vigilia Pascual, por un sacerdote, un diácono o por un cantante. Con este himno el declamador invita la Iglesia entera a exaltar y alegrarse por el cumplimiento del misterio pascual, recorriendo en el canto los prodigios cumplidos en la historia de la salvación.

La Vigilia Pascual es la celebración litúrgica más importante de la Iglesia utilizando un ritual muy semejante en todas las confesiones. En ella son comunes los símbolos de la luz y el agua, de especial importancia en la celebración.
La celebración comienza con el templo a oscuras, encendiéndose y bendiciéndose un fuego en el atrio, en un lugar fuera del templo. De ese fuego se enciende el Cirio Pascual, una enorme vela que simboliza a Cristo Resucitado. Acto seguido, los fieles encienden sus velas propias de la llama del Cirio. Llegados al presbiterio, se coloca en el centro del mismo, junto al altar o junto al ambón, se encienden todas las luces del templo y se canta el Exultet, o Pregón Pascual, que proclama la gloria de la Resurrección de Cristo.
Luego continua con la Liturgia de la Palabra, en la que se leen siete relatos del Antiguo Testamento alusivos al plan salvífico de Dios, intercalados con salmos y oraciones. Tras estos sigue la Vigilia con la entonación del Gloria, que no se había cantado desde que empezó la Cuaresma, junto con repique de campanas. Se procede a la lectura de una carta apostólica del Nuevo Testamento. Tras este lectura y previo al Evangelio se entona de manera solemne el Aleluya, y se procede a leer el Evangelio correspondiente.
Tras la homilía tiene lugar la Liturgia Bautismal, en la cual se administra el Bautismo a los nuevos cristianos de ese año y se bendice el agua de la pila bautismal y se cantan las Letanías de los Santos. También, los fieles presentes renuevan sus promesas bautismales, tomando de nuevo la luz del cirio pascual, y se los asperja con agua bendita. Finalmente, se continúa la Misa con la liturgia eucarística de la manera acostumbrada.


Pregón Pascual

Exulten por fin los coros de los ángeles,
exulten las jerarquías del cielo,
y por la victoria de rey tan poderoso
que las trompetas anuncien la salvación.

Goce también la tierra, inundada de tanta claridad,
y que, radiante con el fulgor del rey eterno,
se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero.

Alégrese también nuestra madre la Iglesia,
revestida de luz tan brillante;
resuene este templo con las aclamaciones del pueblo.

Por eso, queridos hermanos,
que asistís a la admirable claridad de esta luz santa,
invocad conmigo la misericordia de Dios omnipotente,
para que aquel que, sin mérito mío,
me agregó al número de sus ministros,
infundiendo el resplandor de su luz,
me ayude a cantar las alabanzas de este cirio.

- El Señor esté con vosotros.
- Y con tu espíritu.
- Levantemos el corazón.
- Lo tenemos levantado hacia el Señor.
- Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
- Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario
aclamar con nuestras voces
y con todo el afecto del corazón
a Dios invisible, el Padre todopoderoso,
y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Porque él ha pagado por nosotros al eterno Padre
la deuda de Adán
y, derramando su sangre,
canceló el recibo del antiguo pecado.

Porque éstas son las fiestas de Pascua
en las que se inmola el verdadero Cordero,
cuya sangre consagra las puertas de los fieles.

Esta es la noche en que sacaste de Egipto,
a los israelitas, nuestros padres,
y los hiciste pasar a pie el mar Rojo.

Esta es la noche en que la columna de fuego
esclareció las tinieblas del pecado.

Esta es la noche
en la que, por toda la tierra,
los que confiesan su fe en Cristo
son arrancados de los vicios del mundo
y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia
y son agregados a los santos.

Esta es la noche en que,
rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¿De qué nos serviría haber nacido
si no hubiéramos sido rescatados?

¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros!
¡Qué incomparable ternura y caridad!
Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo!

Necesario fue el pecado de Adán,
que ha sido borrado por la muerte de Cristo.
¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!

¡Qué noche tan dichosa!
Sólo ella conoció el momento
en que Cristo resucitó de entre los muertos.

Esta es la noche de que estaba escrito:
«Será la noche clara como el día,
la noche iluminada por mi gozo.»
Y así, esta noche santa
ahuyenta los pecados,
lava las culpas,
devuelve la inocencia a los caídos,
la alegría a los tristes,
expulsa el odio,
trae la concordia,
doblega a los poderosos.

En esta noche de gracia,
acepta, Padre Santo,
el sacrificio vespertino de esta llama,
que la santa Iglesia te ofrece
en la solemne ofrenda de este cirio,
obra de las abejas.

Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego,
ardiendo en llama viva para gloria de Dios.
Y aunque distribuye su luz,
no mengua al repartirla,
porque se alimenta de esta cera fundida,
que elaboró la abeja fecunda
para hacer esta lámpara preciosa.

¡Qué noche tan dichosa
en que se une el cielo con la tierra,
lo humano y lo divino!


Te rogamos, Señor, que este cirio,
consagrado a tu nombre,
arda sin apagarse
para destruir la oscuridad de esta noche,
y, como ofrenda agradable,
se asocie a las lumbreras del cielo.
Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo,
ese lucero que no conoce ocaso
y es Cristo, tu Hijo resucitado,
que, al salir del sepulcro,
brilla sereno para el linaje humano,
y vive y reina glorioso por los siglos de los siglos.


Amén

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19 de marzo de 2008

En 2008, San Patricio por partida doble

En 2008: dos días de San Patricio. La última vez sucedió en 1940 y la próxima será en 2160.

En 2008, la Semana Santa empieza el 16 de marzo, Domingo de Ramos. Por tanto, el lunes 17, fecha oficial en que se celebra al Santo, es Lunes Santo. Y en el Calendario Litúrgico de la Iglesia Católica Apostólica Romana ese día está señalado como Lunes Santo, día de mayor rango que el de un santo.
La Iglesia Católica de Irlanda no tiene autoridad para imponer una festividad menor sobre otra mayor, así que han solicitado permiso al Vaticano para mover la fecha del santo patrono. Según las reglas eclesiásticas, la fecha ha de moverse hacia delante, hasta encontrar una fecha disponible en el calendario litúrgico. Y esta primera fecha es el 1 de abril.
Sin embargo, a la jerarquía de la Iglesia en Irlanda esta fecha les parecía demasiado distante, por lo que han solicitado retrasarla en vez de adelantarla. Y el Vaticano ha cedido a establecer el 15 de marzo de 2008 como día de San Patricio.

Diversos responsables organizativos de las diferentes actividades relacionadas con este día mundialmente celebrado, han manifestado que las celebraciones se mantendríán el 17 de marzo, puesto que, según ellos, la mayor parte de quienes acuden a ellas no las relacionan directamente con la Iglesia.
Así que, definitivamente, en 2008 se celebrará San Patricio de manera oficial en la Iglesia el 15 de marzo, con la liturgia correspondiente, pero por otro lado se mantendrá el lunes 17 de marzo como fecha de las distintas celebraciones laicas.

¿Quién fue San Patricio?
Nacido en Escocia, en Bennhaven Taberniae (actual Killpatrick), hacia el 385, muy joven fue llevado cautivo a Irlanda, y obligado a cuidar ovejas. Recobrada la libertad, abrazó el estado clerical y fue consagrado obispo de Irlanda, desplegando extraordinarias dotes de evangelizador, y convirtiendo a la fe a numerosas gentes, entre las que organizó la Iglesia. Murió el año 461, en Down, llamado en su honor Downpatrik (Irlanda).
Utilizaba un lenguaje sencillo al evangelizar. Por ejemplo, para explicarles acerca de la Santísima Trinidad, les presentaba la hoja del trébol, diciéndoles que así como esas tres hojitas forman una sola verdadera hoja, así las tres personas divinas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, forman un solo Dios verdadero. Todos lo escuchaban con gusto, porque el pueblo lo que deseaba era entender. Por eso el trébol se convirtió en el símbolo de la fiesta de San Patricio.

16 de marzo de 2008

La lucha de los monjes budistas por la independencia del Tíbet

De la independencia al sojuzgamiento

Por estos días, protestas encabezadas por monjes budistas contra el régimen chino en Tíbet se tornaron violentas, con incendio de comercios y de vehículos policiales, y disparos de armas de fuego en las calles de Lhasa, la antigua capital. Son las mayores manifestaciones en dos décadas contra el régimen impuesto por China en Tíbet y se producen en un momento crucial para China, que intenta presentarse como un país próspero donde reina la paz interior, de cara a los Juegos Olímpicos de agosto de 2008.

El Tíbet se declaró independiente de China a principios del siglo XX, pero en 1950 China reafirmó su posición invadiendo el este tibetano. Un año después, los dos países firmaron el Acuerdo de los 17 Puntos, que garantizaba la autonomía tibetana y su libertad para practicar el budismo, pero aceptando el establecimiento de sedes civiles y cuarteles militares chinos en Lhasa, capital del país. Los tibetanos resistieron eso y en 1959 una rebelión provocó miles de muertos. El Dalai Lama, designado a los 15 años jefe de Estado (el mismo año en que China invadió el este tibetano) se exilió en la India. Aun cuando el gobierno chino estableció la Región Autónoma en 1965, a través de los años los monjes tibetanos consideraron que no cumplía con lo pactado en el acuerdo y se registraron rebeliones sucesivas.

Si bien fue en 1950 cuando las tropas del entonces presidente Mao realmente invadieron, China considera que el Tíbet ha formado parte de su territorio desde que la dinastía mongol se extendió hacia esa región del Himalaya hace unos 700 años. Eso fue formalizado en los siglos XVIII y XIX, cuando el Tíbet se convirtió en un protectorado de China. El Tíbet logró cierta autonomía cuando unilateralmente se declaró independiente en 1913.

Después de la invasión de fines de los años 50 hubo una reubicación en gran escala de chinos de la etnia Han en el Tíbet, donde el efecto de la Revolución Cultural de las décadas del 60 y 70 provocó la destrucción de más de 6.000 monasterios y templos, parte del patrimonio cultural tibetano, así como se habla de miles de tibetanos rebeldes muertos durante las represiones culturales. Aunque el gobierno chino autorizó "reformas de puertas abiertas" a mediados de los años 80 con el propósito de promover inversiones, los monjes tibetanos aún se sentían asfixiados por los chinos. El Dalai Lama, ganador del Nobel de la Paz en 1989 por sus esfuerzos en favor de la autonomía tibetana, ha expresado que resignaba la idea de lograr realmente la independencia, con la esperanza de acceder a la autonomía cultural; asimismo, ha denunciado lo que llama el "genocidio cultural" y los privilegios hacia la etnia han practicados por China.

Su Santidad el Dalai Lama (Océano de Sabiduría) es el líder espiritual de los budistas tibetanos.
Los budistas tibetanos consideran que los Dalai Lamas son emanaciones del Buddha Avalokiteśvara (Buda de la Compasión), aunque no es un maestro Buda sino un Bodhisattva (un ser embarcado en búsqueda de la suprema iluminación), es al patrono del Tíbet y se cree que, tras su muerte, su conciencia sutil tarda un intervalo de cuarenta y nueve días, por lo menos, para nacer de nuevo en un niño que ya desde su nacimiento puede dar señales de su carácter especial. Tras la muerte del Dalái Lama, el Panchen Lama se encarga de reconocer su reencarnación, o tulku (normalmente un niño) por estas señales, quien pasará a ser el nuevo Dalái Lama. A su vez, el Dalái Lama debe reconocer a la reencarnación del Panchen Lama tras la muerte de éste. El Panchen Lama es considerado una emanación del Buda de la Luz Infinita, Amitabha.
El Budismo es una religión no-teísta mística. se ha desarrollado a partir de las enseñanzas difundidas alrededor del siglo V aC por el Buda Gautama en el noreste de la India. Buda no es ni un dios, ni un ser sobrenatural, ni un Mesías, ni un profeta. El budismo no postula sobre un creador y sus enseñanzas no son percibidas por los seguidores ni como creencias ni dogmas de fe, ya que estas mismas animan al practicante a que las compruebe por si mismo, investigando, experimentando, cuestionando y practicando estas enseñanzas para así poder comprenderlas e interiorizarlas. El propósito último de estas enseñanzas es la erradicación definitiva de todo sentimiento de insatisfacción vital.

El actual Dalai Lama, Tenzin Gyatso, es la decimocuarta reencarnación; nació en 1935 y está en el exilio, en la India, desde marzo de 1959, cuando se produjo una violenta revuelta. Aunque el Panchen Lama estaba virtualmente prisionero en Lhasa, los chinos lo mostraron como el jefe del gobierno del Tíbet en ausencia del Dalai Lama, quien tradicionalmente había sido el gobernante del país.

En 1989 el Panchen Lama falleció y el Dalai Lama y el gobierno de China reconocieron diferentes reencarnaciones. A pesar que el gobierno chino se considera ateo, insistió en reconocer oficialmente la reencarnación del Panchen Lama, de acuerdo a la tradición Vajrayana budista. Para ello se valieron del procedimiento que se utilizó en la dinastía Qing mediante el cual el Panchen Lama era elegido en una especie de lotería utilizando una urna de oro donde el nombre de los posibles Panchen Lama estaban insertos en bolas de cebada. Por su parte el Dalai Lama nombró a Gedhun Choeky Nyima como el undécimo Pachen Lama, mientras que el gobierno chino eligió al niño llamado Gyancain Norbu. Gyancain fue criado en Beijing y aparece en público muy esporádicamente. Choeky y su familia, de acuerdo a los exiliados tibetanos, parecieran estar prisioneros. El gobierno chino afirma que está libre bajo una identidad falsa a fin de proteger su privacidad.

En la actualidad si bien existen discrepancias acerca de cuan opresiva es la dominación china en Tíbet, lo cierto es que internacionalmente se considera esta región como parte de China y ningún país extranjero ha reconocido al gobierno en el exilio del Dalai Lama.

13 de marzo de 2008

Antes de Pascua, Cuaresma y Carnaval

La Cuaresma es el tiempo litúrgico que marca la Iglesia Católica de preparación a la Pascua. Dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo.
No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico. Por eso, en la Misa católica no se canta el “Gloria” al final del acto penitencial (excepto el Jueves Santo en la misa de la Cena del Señor), ni el “Aleluya” antes del Evangelio. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.

La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número 40 en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.

La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.

El Miércoles de Ceniza, el anterior al primer domingo de Cuaresma se realiza el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente de los fieles católicos. La ceniza representa la destrucción de los errores del año anterior al ser éstos quemados. Mientras el sacerdote impone la ceniza dice estas dos expresiones: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" ( Mc 1,15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Gén 3,19). Es el primer día de la Cuaresma en el calendario católico, protestante, y anglicano. Sucede 46 días antes de Pascua, aunque se considera que la Cuaresma tiene 40 días de duración, ya que no se cuentan los domingos.
Este día cae en diferentes fechas año a año, de acuerdo a la fecha móvil de Pascua. Puede acontecer entre el 4 de febrero y el 10 de marzo.
Este día es para los católicos día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo; la ceniza que se imponen a los fieles que asisten a Misa se elabora a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior.

El carnaval es una celebración pública que tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana, con fecha variable (desde finales de enero hasta principios de marzo según el año).

11 de marzo de 2008

¿Qué día es Pascua?

A principios del siglo IV había en la cristiandad una gran confusión sobre cuándo había de celebrarse la Pascua cristiana o Pascua de Resurrección, con motivo del aniversario de la muerte de Jesús de Nazaret. Habían surgido en aquel momento numerosas tendencias o grupos de practicantes que utilizaban cálculos propios. Es en el Concilio de Nicea (en el año 325) donde se llega finalmente a una solución para este asunto.

En él se estableció que la Pascua de Resurrección había de ser celebrada cumpliendo unas determinadas normas:

1) Que la Pascua se celebrase en domingo.

2) Que no coincidiese nunca con la Pascua judía, que se celebraba independientemente del día de la semana. (De esta manera se evitarían paralelismos o confusiones entre ambas religiones). Este domingo, entonces, ha de ser el siguiente al plenilunio pascual (la primera luna llena de la primavera boreal). Si esta fecha cayese en domingo, la Pascua se trasladará al domingo siguiente para evitar la coincidencia con la Pascua judía. La luna pascual es aquella cuyo plenilunio tiene lugar en el equinoccio de primavera (vernal) del hemisferio norte (de otoño en el sur) o inmediatamente después. Este equinoccio tiene lugar el 21 de marzo.

3) Que los cristianos no celebrasen nunca la Pascua dos veces en el mismo año. Esto tiene su explicación porque el año nuevo empezaba en el equinoccio primaveral, por lo que se prohibía la celebración de la Pascua antes del equinoccio real (antes de la entrada del Sol en Aries).

No obstante, siguió habiendo diferencias entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Alejandría (debidas a diferencias menores en los métodos de cálculo astronómico; si bien el Concilio de Nicea dio la razón a los alejandrinos, estableciéndose la costumbre de que la fecha de la Pascua se calculaba en Alejandría, que lo comunicaba a Roma, la cual difundía el cálculo al resto de la cristiandad.
Finalmente fue Dionisio el Exiguo (en el año 525) quien desde Roma convenció de las bondades del cálculo alejandrino, unificándose al fin el cálculo de la pascua cristiana.

Así las cosas, queda claro que la Pascua de Resurrección no puede ser antes del 22 de marzo (en caso de que el 21 y plenilunio fuese sábado), y tampoco puede ser más tarde del 25 de abril, (suponiendo que el 21 de marzo fuese el día siguiente al plenilunio, habría que esperar una lunación completa (29 días) para llegar al siguiente plenilunio, que sería el 18 de abril, el cual, si cayese en domingo, habría que desplazar la Pascua una semana más para evitar la coincidencia con la pascua judía, quedando el 25 de abril)

En 2008, el plenilunio pascual se produce el viernes 21 de marzo, coincidente con el equinoccio, por lo que la Pascua de Resurrección se celebra el domingo 23 de marzo.

10 de marzo de 2008

El calendario gregoriano

El calendario gregoriano es el usado en la actualidad internacionalmente, y el propio del mundo occidental.
Constantino, emperador romano entre 306 y 337, además de establecer el descanso semanal, decretó varias fechas fijas para celebrar fiestas, como Navidad. Se regía por el calendario juliano, antecesor del calendario gregoriano, basándose en el movimiento del sol para medir el tiempo. Desde su implantación en el 46 aC, se adoptó gradualmente en los países europeos y sus colonias hasta la implantación de la reforma gregoriana, del Papa Gregorio XIII, en 1582.

A Constantino se le planteó un problema para determinar la fecha de la Pascua de Resurrección, y es que había sido durante la pascua judía, y ésta, al depender de un calendario de base lunar, era una fiesta móvil en el calendario solar. La cuestión de la determinación de la Pascua de Resurrección se trató de resolver en el primer concilio de Nicea (325), el primer gran concilio de la cristiandad, y el de la creación de una Iglesia Universal (Católica) ligada al Estado. Entre todos los dogmas y doctrinas que salieron del concilio, dieron la solución para fijar la fecha de la Pascua de Resurrección: el primer domingo posterior a la primera luna llena después del equinoccio de primavera, excepto si coincidía con la pascua judía. Ante la imposibilidad, para la época, de precisar cuándo se produciría el siguiente equinoccio vernal se decretó que fuese, invariablemente, el 21 de marzo. Esta solución planteará un problema muy grave para los cristianos, cuando se haga evidente que el calendario juliano pierde un día cada 128 años, y por lo tanto cada año se hacía más notorio que la fecha de la Pascua de Resurrección se atrasaba con respecto al equinoccio. Además, hubo dos fórmulas para calcular la fecha de la Pascua; la de los astrónomos de Alejandría, que tomaba como referencia el 21 de marzo y la de la Iglesia de Roma que tomaba como referencia el 25 de marzo. Con el tiempo se celebraría la Pascua en fechas diferentes, por lo que se hacía necesaria una reforma.

El nuevo calendario surgirá de la reforma que el papa Gregorio XIII (1502-1585) ordenó hacer para compensar las desviaciones del calendario juliano y hacer coincidir el año civil con el año trópico. La tarea recayó en una comisión, que dirigida por Cristóbal Clavio basándose en los cálculos Luigi Lilio (el auténtico artífice de la reforma), presentó el nuevo calendario al Papa. Los cálculos supusieron un día medio de 24 horas y un año medio de 365 días, 5 horas, 49 minutos y 20 segundos (26 segundos más que el año real). Para ello se alternarían años de 365 días, años de 366 días. El calendario gregoriano intercala un año bisiesto cada cuatro años, pero no cuenta como bisiestos los años seculares (los que terminan en doble cero: 1800, 1900, 2000), excepto cuando las dos primeras cifras son múltiplo de 4, como el 2000. Esta excepción se produce porque con los cálculos de Luigi Lilio se produce un error de un día en 134 años, o lo que es lo mismo 3 días cada 402 años. Había, pues, que suprimir tres días cada 402 años. Como esta cifra está relativamente cerca de 400 se acordó que no fuesen bisiestos los años terminados en doble cero (100, 200 y 300) pero sí el 400 y sus múltiplos. De esta manera se produce un error de sólo un día cada 3323 años. No obstante, si se suprimiese un año bisiesto cada 128 años, el error acumulado sería menor a un día cada 100.000 años.

El calendario se adoptó en 1582 y como en los 1.257 años de vigencia del calendario juliano se habían acumulado 10 días de retraso, se estableció que el día siguiente al 4 de octubre de 1582 fuese el 15 de octubre de 1582.

El calendario gregoriano cuenta los años desde el nacimiento de Cristo: la era Cristiana. Esta costumbre ya venía practicándose con el calendario juliano desde el siglo VI en Italia y desde el siglo VIII de manera generalizada. Fue Dionisio el Exiguo quien en el año 527, realizó los cálculos, determinando que el nacimiento de Cristo había tenido lugar el 25 de diciembre del 753 desde la fundación de Roma, pero se equivocó en cuatro años. Este cómputo se aceptó a pesar de haber sido reconocido como erróneo, en al menos cuatro años y en la fecha concreta. La era Cristiana fue defendida, para las dataciones, por el papa Bonifacio IV en el año 607, y se fue adoptando lentamente en todo el mundo cristiano. El impulso definitivo los recibió de Carlomagno, que lo empleó para sus dataciones oficiales. En España comenzó a usarse en el siglo VII, aunque para documentos oficiales no se utilizó hasta el siglo XIV.

La era Cristiana divide la historia en dos períodos, antes y después de Cristo. Los años se numeran a partir de 1, considerando como el primero el año en el que nació Cristo, y también el anterior a nuestra era. Contados de este modo los años bisiestos de después de Cristo son múltiplos de 4, pero los anteriores a Cristo son el 1, 5, 9, etc. Los años anteriores a Cristo se cuentan desde el 1 de enero hacia delante, de manera que el día anterior al 1 de enero del año 1 es el 31 de diciembre del año 1 a.C., y no el 1 de enero del 1 a.C.

Hasta que no se adoptó el calendario gregoriano, y la costumbre de comenzar el año el 1 de enero, que era la fecha sancionada por la bula papal, se usaron diferentes fechas, que conviene tener en cuenta a la hora de datar hechos. Dionisio el Exiguo adoptó el 25 de marzo, día de la anunciación de la Virgen, como el comienzo del año y de la era Cristiana (estilo de la Encarnación). Esto se usó en Pisa hasta 1745, y en la corona de Aragón desde 1180 hasta el siglo XIV; tanto en Pisa como en Florencia hacían comenzar la era Cristiana el año anterior al cómputo, por lo que sumaban un año más. En Francia el año comenzaba por Pascua hasta 1563, por lo que el comienzo del año era variable. Lo más normal fue considerar que la era comenzaba el 25 de diciembre (estilo de la Natividad), usado en la mayoría de los reinos cristianos entre los siglos XIII y XV. Según esto Carlomagno, que fue coronado el día de Navidad del año 800, sería investido el primer día del año 801. La costumbre de comenzar el año el 1 de enero, como en la tradición romana, es el estilo de la Circuncisión o estilo moderno. Este estilo se adoptó, en España, a comienzos del siglo XVI en Navarra y a comienzos del siglo XVII en el resto de la península, excepto en Cataluña que no lo adoptaría hasta finales del siglo XVIII. La mayoría de los reinos cristianos comenzaron a usar el estilo de la Circuncisión a lo largo del siglo XVI.

La reforma gregoriana fue aceptada inmediatamente por los países católicos: España, Portugal e Italia. Francia lo adoptó en 1582, pero en diciembre (se pasó del 9 al 20 de diciembre); Dinamarca en 1582, los Países Bajos en 1583, los estados católicos de Alemania en 1584, los cantones suizos entre 1583 y 1590, Polonia en 1587, Hungría en 1590. Los estados protestantes no admitieron la reforma hasta 1700, la decisión se tomó en 23 de octubre de 1699, según la cual del 18 de febrero de 1700 se pasaba al 1 de marzo. Inglaterra no adoptó el calendario hasta 1752 (del 2 al 14 de septiembre, ya que se había acumulado un día más de retraso). Entre los últimos en adoptar, oficialmente, el calendario gregoriano están Japón, 1873; y China, 1912. En los países de religión ortodoxa se mantuvo hasta principios del siglo XX el calendario juliano: en Bulgaria hasta 1917, en Rusia hasta 1918, en Rumania hasta 1919 y en Grecia hasta 1923. A pesar de que en sus países el calendario gregoriano es el oficial, hoy en día las iglesias ortodoxas (excepto la de Finlandia) siguen utilizando el calendario juliano (o modificaciones de él diferentes al calendario gregoriano). Turquía lo adoptó en 1927.