16 de marzo de 2008

La lucha de los monjes budistas por la independencia del Tíbet

De la independencia al sojuzgamiento

Por estos días, protestas encabezadas por monjes budistas contra el régimen chino en Tíbet se tornaron violentas, con incendio de comercios y de vehículos policiales, y disparos de armas de fuego en las calles de Lhasa, la antigua capital. Son las mayores manifestaciones en dos décadas contra el régimen impuesto por China en Tíbet y se producen en un momento crucial para China, que intenta presentarse como un país próspero donde reina la paz interior, de cara a los Juegos Olímpicos de agosto de 2008.

El Tíbet se declaró independiente de China a principios del siglo XX, pero en 1950 China reafirmó su posición invadiendo el este tibetano. Un año después, los dos países firmaron el Acuerdo de los 17 Puntos, que garantizaba la autonomía tibetana y su libertad para practicar el budismo, pero aceptando el establecimiento de sedes civiles y cuarteles militares chinos en Lhasa, capital del país. Los tibetanos resistieron eso y en 1959 una rebelión provocó miles de muertos. El Dalai Lama, designado a los 15 años jefe de Estado (el mismo año en que China invadió el este tibetano) se exilió en la India. Aun cuando el gobierno chino estableció la Región Autónoma en 1965, a través de los años los monjes tibetanos consideraron que no cumplía con lo pactado en el acuerdo y se registraron rebeliones sucesivas.

Si bien fue en 1950 cuando las tropas del entonces presidente Mao realmente invadieron, China considera que el Tíbet ha formado parte de su territorio desde que la dinastía mongol se extendió hacia esa región del Himalaya hace unos 700 años. Eso fue formalizado en los siglos XVIII y XIX, cuando el Tíbet se convirtió en un protectorado de China. El Tíbet logró cierta autonomía cuando unilateralmente se declaró independiente en 1913.

Después de la invasión de fines de los años 50 hubo una reubicación en gran escala de chinos de la etnia Han en el Tíbet, donde el efecto de la Revolución Cultural de las décadas del 60 y 70 provocó la destrucción de más de 6.000 monasterios y templos, parte del patrimonio cultural tibetano, así como se habla de miles de tibetanos rebeldes muertos durante las represiones culturales. Aunque el gobierno chino autorizó "reformas de puertas abiertas" a mediados de los años 80 con el propósito de promover inversiones, los monjes tibetanos aún se sentían asfixiados por los chinos. El Dalai Lama, ganador del Nobel de la Paz en 1989 por sus esfuerzos en favor de la autonomía tibetana, ha expresado que resignaba la idea de lograr realmente la independencia, con la esperanza de acceder a la autonomía cultural; asimismo, ha denunciado lo que llama el "genocidio cultural" y los privilegios hacia la etnia han practicados por China.

Su Santidad el Dalai Lama (Océano de Sabiduría) es el líder espiritual de los budistas tibetanos.
Los budistas tibetanos consideran que los Dalai Lamas son emanaciones del Buddha Avalokiteśvara (Buda de la Compasión), aunque no es un maestro Buda sino un Bodhisattva (un ser embarcado en búsqueda de la suprema iluminación), es al patrono del Tíbet y se cree que, tras su muerte, su conciencia sutil tarda un intervalo de cuarenta y nueve días, por lo menos, para nacer de nuevo en un niño que ya desde su nacimiento puede dar señales de su carácter especial. Tras la muerte del Dalái Lama, el Panchen Lama se encarga de reconocer su reencarnación, o tulku (normalmente un niño) por estas señales, quien pasará a ser el nuevo Dalái Lama. A su vez, el Dalái Lama debe reconocer a la reencarnación del Panchen Lama tras la muerte de éste. El Panchen Lama es considerado una emanación del Buda de la Luz Infinita, Amitabha.
El Budismo es una religión no-teísta mística. se ha desarrollado a partir de las enseñanzas difundidas alrededor del siglo V aC por el Buda Gautama en el noreste de la India. Buda no es ni un dios, ni un ser sobrenatural, ni un Mesías, ni un profeta. El budismo no postula sobre un creador y sus enseñanzas no son percibidas por los seguidores ni como creencias ni dogmas de fe, ya que estas mismas animan al practicante a que las compruebe por si mismo, investigando, experimentando, cuestionando y practicando estas enseñanzas para así poder comprenderlas e interiorizarlas. El propósito último de estas enseñanzas es la erradicación definitiva de todo sentimiento de insatisfacción vital.

El actual Dalai Lama, Tenzin Gyatso, es la decimocuarta reencarnación; nació en 1935 y está en el exilio, en la India, desde marzo de 1959, cuando se produjo una violenta revuelta. Aunque el Panchen Lama estaba virtualmente prisionero en Lhasa, los chinos lo mostraron como el jefe del gobierno del Tíbet en ausencia del Dalai Lama, quien tradicionalmente había sido el gobernante del país.

En 1989 el Panchen Lama falleció y el Dalai Lama y el gobierno de China reconocieron diferentes reencarnaciones. A pesar que el gobierno chino se considera ateo, insistió en reconocer oficialmente la reencarnación del Panchen Lama, de acuerdo a la tradición Vajrayana budista. Para ello se valieron del procedimiento que se utilizó en la dinastía Qing mediante el cual el Panchen Lama era elegido en una especie de lotería utilizando una urna de oro donde el nombre de los posibles Panchen Lama estaban insertos en bolas de cebada. Por su parte el Dalai Lama nombró a Gedhun Choeky Nyima como el undécimo Pachen Lama, mientras que el gobierno chino eligió al niño llamado Gyancain Norbu. Gyancain fue criado en Beijing y aparece en público muy esporádicamente. Choeky y su familia, de acuerdo a los exiliados tibetanos, parecieran estar prisioneros. El gobierno chino afirma que está libre bajo una identidad falsa a fin de proteger su privacidad.

En la actualidad si bien existen discrepancias acerca de cuan opresiva es la dominación china en Tíbet, lo cierto es que internacionalmente se considera esta región como parte de China y ningún país extranjero ha reconocido al gobierno en el exilio del Dalai Lama.

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